Mejorando la construcción del presupuesto anual
El presupuesto anual puede llegar a ser un proceso largo y tedioso que consume una gran cantidad de tiempo y energía y cuya utilidad real puede ser percibida como márginal. Pero no tiene por qué ser así. El equipo de dirección puede condensar el tiempo que dura el proceso y centrarse en la elaboración de concisos planes de acción que reflejen la dinámica cambiante del entorno en este momento.
También puede rentabilizarse el tiempo y esfuerzo dedicados de manera que el presupuesto se convierta al final en una herramienta con dos utilidades fundamentales: una mejor comprensión del negocio y de las palancas que actúan sobre él y en una herramienta que promueva el alineamiento de toda la organización y que potencie el cambio en épocas difíciles.
El presupuesto no es necesariamente un fin es sí mismo. El fin es el crecimiento de la compañía y la mejora del rendimiento. Utilicemos el presupuesto para su verdadero fin.